Falcone (Harbinger) gana 330 millones apostando al desplome de la banca española
Más que criticar a este genio hay que admirarlo aunque nos esté hundiendo a unos cuantos... La duda es... ¿hasta donde es legal sus movimientos? Recordar que CNMV exige desde el pasado mes de septiembre a los inversores que declaren las posiciones cortas en un total de 20 entidades cuando superen el 0,25% del capital.
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Philip A. Falcone, el gestor del fondo especulativo Harbinger Capital Partners, ha encontrado el becerro de oro en el sistema financiero español. En medio año, acumula ganancias de 330 millones de euros apostando a la baja en BBVA, Santander y Banco Popular, los tres mayores bancos del país. Una muestra de que es posible aprovecharse de la crisis para hacer dinero, aunque sea a costa de la desgracia ajena.
Desde que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) obliga a comunicar las posiciones cortas en valores financieros que superen el 0,25% del capital, los tres mayores bancos del país han perdido más de la mitad de su capitalización. Popular, con una pérdida del 56%, es el más castigado. La medida del regulador, por lo tanto, sólo ha permitido equipararnos en términos de transparencia a los países anglosajones. El siguiente paso que desean los bancos es que directamente se prohíba operar a corto.
Esta hipotética medida sería del desagrado de todos aquellos fondos que han apostado por la caída en picado del sistema financiero, sobre todo para Philip A. Falcone y sus vehículos Harbinger Capital Partners Master Fund I y Harbinger Capital Partners Special Situations Fund, los más pesimistas sobre el devenir del negocio de la banca española. También sobre la estadounidense o la británica, en la que ayer descubrió una posición corta del 0,26% en HSBC.
Según cálculos de este portal, las ganancias latentes y efectivas amasadas por Falcone en Santander, BBVA y Popular se sitúan en 330 millones de euros en seis meses. Este cálculo es aproximativo, ya que es imposible saber los precios exactos a los que vendió los títulos que cogía prestados, al igual que es imposible conocer a qué precios volvió a comprar algunos de ellos para devolverlos a su dueño. En cualquier caso, da pistas sobre las rimbombantes ganancias posibles sin comprometer demasiado capital.
Un inversor toma acciones prestadas cuando cree que un valor va a caer en bolsa. A cambio del pago de un interés, este inversor alquila los títulos de otro accionista (que es el que verdaderamente posee esos títulos en propiedad) para venderlos en mercado. Más adelante, si se cumplen las previsiones, los recomprará a un precio menor, por lo que el beneficio que obtiene es la diferencia.
En BBVA, blanco preferido de sus apuestas, el fondo Harbinger declaró ayer que tiene en préstamo un 1,15% del capital, es decir, un porcentaje que supera con mucho al de cualquier consejero del segundo banco español. Al precio actual, recomprar los títulos (43 millones) le costaría 230 millones. El precio medio de BBVA desde que hizo su primera comunicación a la CNMV es de 8,7 euros, es decir, habría vendido las acciones a mercado a ese precio. La diferencia por acción sería de 3,32 euros, para un beneficio de 143 millones si liquidase en este momento toda su posición bajista.
Los cálculos no dejan de ser meras aproximaciones, ya que sólo es información pública aquella efectuada a partir del 24 de septiembre. Ese día, Harbinger declaró al regulador que tenía una posición especulativa en BBVA del 0,39%, cuando la acción del banco que preside Francisco González estaba en 11,4 euros. De tal modo, es probable que el precio de venta sea incluso superior a la media de 8,7 euros, por lo que las ganancias latentes de Falcone estarían incluso por encima de 143 millones.
Santander y Popular, generosos con Falcone
En la entidad que preside Emilio Botín, Harbinger ya ha materializado ganancias. El 9 de octubre de 2008, declaró una posición corta del 0,29% del capital, que creció hasta el 0,57% en apenas 20 días. El 2 de enero, ésta cayó al 0,2%, para subir al 0,25% el día 22 del mismo mes. Siete días más tarde, era del 0,187%. Por lo tanto, en dos tandas de venta y recompra de títulos y en función de los precios medios de esos periodos, siempre con cálculos aproximativos, la ganancia es de unos 40 millones.
Desde finales del primer mes de 2009, la apuesta de Falcone por más caídas de Santander no ha cesado de incrementarse. En este momento, según la última comunicación efectuada a la CNMV, tiene en préstamo 37 millones de títulos del primer banco español, equivalente al 0,46% del capital. Si decidiese ponerla en valor a los precios actuales, la plusvalía sería de unos 90 millones de euros, 23 millones de las últimas compras (0,273%) y el resto del 0,187% con el que ya contaba.
Popular, uno de las entidades más activas en la defensa de su modelo de negocio y en culpabilizar a los hedge funds bajistas de la caída del valor, es también marco de actuación de Falcone. El 23 de octubre comunicó a la CNMV que tenía el 0,73% del banco en préstamo. El último hecho relevante, del 3 de marzo, habla ya de un 1,73%. El precio medio de Popular en esos cuatro meses es de unos 6,4 euros, cuando ahora cotiza en 3,75. Por lo tanto, las ganancias latentes de Harbinger serían de 60 millones.
Falcone, un histórico que sufre el mal momento de la industria
Los masivos reembolsos de los partícipes de los hedge están poniendo en aprietos la viabilidad de una industria muy castigada. Según datos de HedgeFund.net, los activos gestionados por la industria cayeron un 2,2% en febrero a 1,74 billones de dólares, frente al descenso del 7,6% del mes anterior. La pérdida vino motivada por los reembolsos y las liquidaciones de 35.900 millones, frente a 3.530 millones derivados por el mal comportamiento de las inversiones.
Además, para este año se prevén despidos de al menos 20.000 empleados, el 14% de la fuerza laboral, debido a la caída en la gestión de activos y al abaratamiento de las comisiones, según datos de Options Group. El año pasado, perdieron su puesto de trabajo en la industria de hedge funds 10.000 personas tras cerrar 920 compañías y después de que el 70% perdiese dinero.
Falcone, que negocia la compra de la participación de Harbert Management para tener el control absoluto de su hedge fund, estableció el 31 de diciembre de 2008 límites en los reembolsos para frenar la masiva salida de inversores, según Financial Times. Para atender a algunas peticiones, separó los activos líquidos de la gestora, que suponen el 63% del total, de los ilíquidos.
Con un Bachelor of Arts degree (curso de tres años) en Economía por la Universidad de Harvard (1984), Falcone empezó su carrera en Kidder, Peabody & Co. al año siguiente como operador de activos de grado especulativo. Tras pasar por varias compañías (Gleacher Natwest, First Union Capital Markets), entre 1998 y 2000 trabajó en Barclays en operaciones especulativas y activos de riesgo (distressed). En 2001, fundó los fondos Harbinger.
Además de apostar a la baja en algunos valores, este inversor controla a través de sus vehículos de inversión participaciones importantes en compañías cotizadas estadounidenses, como un 20% en el diario The New York Times. También cuenta con acciones de Calpine, Cliffs Natural Resources, Cablevision Systems, Leap Wireless, ProShares UltraShort, Navistar International o Atlas Air Worldwide Holdings.
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